Bautismo Católico
Bautismo por inmersión
Algunos cristianos no-católicos señalan que la palabra "Bautismo" (baptizein en griego) significa "Inmersión". Debido a esto, ellos aseguran que la única manera de bautizar es sumergiendo el cuerpo entero de la persona dentro del agua. Ellos también sostienen que solamente el bautismo por inmersión refleja el significado simbólico de "morir" y "resucitar" con Cristo (Romanos 6:3-5).
En cambio, en la Iglesia Católica, normalmente, el sacerdote bautiza derramando agua sobre la cabeza de la persona. Los cristianos no-católicos aseguran que esta manera de bautizar no es bíblica. ¿Es bíblico el bautismo por derramamiento o infusión de agua?
En primer lugar, en la Iglesia Católica el bautismo por inmersión sí es una manera válida de bautizar (Catecismo de la Iglesia Católica # 628 y 1214). En segundo lugar, el bautismo por derramamiento de agua tiene un buen fundamento bíblico.
Primero, cuando el Nuevo Testamento habla del "bautismo de agua" siempre lo une al "Don del Espíritu Santo". El Catecismo de la Iglesia Católica enseña que "los Apóstoles, en cumplimiento de la voluntad de Cristo, comunicaban a los neófitos, mediante la imposición de las manos, EL DON DEL ESPÍRITU SANTO, destinado a completar la gracia del Bautismo" (# 1288 y 1321). "El Don del Espíritu Santo" siempre va unido al "bautismo de agua" (Hechos 2:38; 8:14-17; 19:1-7; Tito 3:5-6; Hebreos 6:2; Juan 3:5). La Biblia no los separa.
Para poder entendernos un poquito mejor, los cristianos no-católicos deben de admitir que la Biblia claramente relaciona "el bautismo de agua" con el "Don del Espíritu Santo".
Inmersión - Derrame
La unidad que tiene "el Don del Espíritu Santo" con el "bautismo de agua" aclara algo muy importante en cuanto lo que implica la palabra "Bautismo" en relación al Espíritu Santo. Sabemos que la palabra "Bautismo" significa "Inmersión"; pero en relación al Espíritu santo implica también "un derrame". En Hechos 1:5 Jesús dice a sus apóstoles que esperen ser bautizados en el Espíritu Santo. Días después recibieron el Don del Espíritu Santo (Hechos 11:15-17). En tres ocasiones se describe "el Don del Espíritu" como "un derrame" (Hechos 2:17,18,33). Los apóstoles, por su parte relacionan el "Don del Espíritu" con el "bautismo de agua" (He 2:28; Joel 2:28-32 o 3:1-5). San Juan también alude a "un derrame" al enseñar que el "nuevo nacimiento" viene "de lo alto" (anothen en griego; Juan 3:3; 1:13) y el "derrame" que viene "de lo alto" (el Espíritu) lo relaciona con el agua (Juan 3:5). Además, el agua derramada es símbolo del Espíritu (Is 44:3; Ez 36:25-27; Jn 4:10-14; 7:37-39; 1 Cor 12:13; Ap 21:6; 22:17).
Por lo tanto, sí se puede bautizar derramando agua sobre la persona; aunque es verdad, el bautismo por inmersión simboliza mejor la Muerte y Resurrección de Cristo. Pero, también no debemos de negar que el bautismo por derramamiento es símbolo de la infusión del Espíritu Santo (Catecismo, #1239-1240).
Una cuestión práctica
La Biblia enseña que el bautismo por inmersión no siempre es posible; por ejemplo, Pablo se bautizo en una casa y se bautizo de pie: "Levántate (o sea ponte de pie), bautízate y lávate de tus pecados invocando su Nombre" (Hechos 22:16; 9:17-18; 1 Pedro 3:21). Este pasaje alude a que Pablo se bautizo por derramamiento de agua. Al igual que Pablo, todos fuimos salvados por el derramamiento de agua y sangre (Juan 19:34-36; Primera de Juan 5:6-8).
Del primer siglo existe este testimonio cristiano:
"En lo que se refiere al bautismo, tenéis que bautizar así: Habiendo dicho todas estas cosas, bautizad en el nombre del Padre y del Hijo y el Espíritu Santo, en agua viva. Si no tienes agua viva, bautizar con otra agua... Si no tienes ni una ni otra, DERRAMA agua sobre la cabeza tres veces, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo..." (Didajé)