Pensamiento Teológico
La Constitución del Saber Teológico
En la constitución del saber teológico pueden indicarse su objeto, sus fuentes y su lugar. El “objeto” de la teología es Dios -de manera directa-, y el mundo y el hombre a la luz de Dios. Las “fuentes del conocimiento teológico” y sus criterios de verdad son la razón humana y la revelación divina, de manera privilegiada. El “lugar” de la teología es la Iglesia como comunidad de fe.
De aquí se deriva que la Iglesia tiene que poder establecer de forma autorizada criterios para la reflexión teológica. Según la Iglesia católica, la investigación y el trabajo teológico se inscriben dentro de un saber racional [por eso la teología es ciencia] cuyo objeto es dado por la revelación [es decir, la Palabra de Dios] transmitida e interpretada por la Iglesia bajo la autoridad del Magisterio [ya que es imposible evitar la mediación de la Iglesia], y acogida por la fe [importancia del asentimiento de la comunidad].
La Teología se pregunta acerca de la naturaleza, las propiedades y la esencia de Dios usando como fuente la Revelación y como método la lógica trinitaria. En este sentido la Teología es en su mayor parte cristiana, aunque también las religiones no cristianas tienen una respetable tradición teológica, pero basada en otros principios.
Las Iglesias cristianas y su Teología se fundan sobre dos misterios aceptados por todas: El Misterio Trinitario y el Misterio Cristológico.
Misterio Trinitario Es la existencia de Dios como Uno y Trino, es decir, tres Personas distintas pero una sola naturaleza divina: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo -que procede de la relación de Amor entre el Padre y el Hijo.
Misterio Cristológico Es la entera vida de Jesucristo, -la segunda Persona o el Hijo-: Su nacimiento, pasión, muerte y resurrección, por la que reconcilia a los hombres con Dios Padre. El misterio radica en la imposibilidad de entender cómo coinciden en la misma Persona dos naturalezas, la Divina, infinita y eterna, con la humana, finita y mortal, de manera que se dé por ejemplo la paradoja de que la misma Persona de Jesús, del viernes de crucifixión al domingo de resurrección, haya estado muerta como hombre y al mismo tiempo viva como Dios junto al Padre y al Espíritu Santo. Es el misterio de que sea, a partir de su nacimiento histórico, verdadero Dios y verdadero hombre.
Además, la teología se dedica también al estudio de otras realidades:
Eclesiología Sobre el papel de la Iglesia misma dentro del plan de la Salvación divina.
Escatología Relacionada con la eclesiología, trata sobre el destino último de la Iglesia, así como de las realidades últimas tanto de cada persona como de la humanidad en general.
En el medioevo surgieron múltiples cismas en torno a la naturaleza de Cristo y en referencia a la virginidad de María (Mariología). Con respecto a ésta última, la controversia en parte giraba en que en Mateo 1:23 el ángel anuncia el nacimiento en condición virginal, mientras que Isaías en su profecía alude a una "almah" que en hebreo significa "niña" o "jovencita", pero no a una "bethulah" que significa "virgen". Éste es un pequeño ejemplo de las dificultades de la teología como disciplina científica, al tener que encontrar la no contradicción entre los argumentos filológicos y filosóficos, y las afirmaciones dogmáticas del Magisterio de la Iglesia Católica, sostenidas por ser "asístidas por el Espíritu Santo".