Obispo Josip Juraj Strossmayer

Temas Religiosos



Discurso del Obispo Strossmayer

Algunas reflexiones sobre el "famosos discurso" del Obispo Josip Juraj Strossmayer durante el Concilio Vaticano I (1869-1870)

Ha circulado en la red desde hace ya bastante tiempo, hospedado en general por sitios de apologética cristiana de particular oposición a la Iglesia Católica, un supuesto discurso que habría pronunciado en las sesiones del Concilio Vaticano I el obispo croata Josip Juraj Strossmayer. Al leer este discurso por primera vez me sorprendió que un obispo dijera semejantes cosas en un concilio universal. Al momento no me interesé más del asunto. Este Strossmayer habría caído en el error y la confusión y basta. ¿Acaso en un concilio todos tienen que estar de acuerdo? Sin duda que en la historia de los concilios (comenzando por el de Jerusalén - Hechos 15) más de uno opinó en contra de lo que luego se definiría: de eso se trata, de hablar sobre temas debatidos, no sobre lo que nadie duda (así comenzaron TODOS los concilios, incluso Hechos 15).

Pasando algunos años, distintos factores hicieron que volviera a mis manos el "famoso discurso". Esta vez ya no lo pude creer: "ese discurso es una sarta de estupideces, ningún obispo por muy hereje que sea hubiese escrito y pronunciado algo así, los herejes son más cuerdos que ese Strossmayer", pensé. Me vino la duda: "¿y si ese discurso es un invento...?" A engrosar las dudas ayudó el aporte un querido amigo de España, L.F.P, ex cristiano evangélico. Este amigo me aseguró que, en realidad, ese discurso nunca existió. De modo que, aprovechando me encuentro cerca de las bibliotecas más grandes del cristianismo, decidí dedicar algún tiempo a la búsqueda del "famoso" discurso de Strossmayer, y de cualquier material que sirviera para esclarecer la verdad histórica. A priori, porque uno confía en la buena voluntad e intenciones de la gente (máxime cristiana), aceptaba yo "el hecho" de tal discurso según lo publican los dichos sitios. Lo que encontré fue una gratísima sorpresa: no sólo el Obispo Strossmayer no fue ningún violento hereje, sino que se trata de un gran hombre de Iglesia, un luchador incansable por la unidad de los cristianos, un gigante de la cultura eslava, un genio político, un padre para su pueblo y un precursor del Concilio Vaticano II. De modo que aprovecho este espacio para aportar un grano de arena en el deber de limpiar un poco su nombre. Que desde la gloria se acuerde de nosotros con poderosa intercesión.