Santa Sede Apostólica
La Santa
Sede o
Sede
Apostólica es la expresión con que se alude a la posición del Papa en tanto
Cabeza Suprema de la Iglesia Católica, en oposición a la referencia a la Ciudad
del Vaticano en tanto que Estado soberano, aunque ambas realidades están
íntimamente relacionadas y es un hecho que el Vaticano existe como Estado al
servicio de la Iglesia.
Origen del
término
La alusión al Papa y a su autoridad como
Santa Sede o Sede Apostólica tiene su origen en la consideración
del Obispo de Roma como Sucesor de San Pedro y Cabeza Suprema de la Iglesia.
En un principio los Obispos de aquellas
Iglesias locales que habían sido fundadas por uno de los Apóstoles eran aludidos
como "sedes apostólicas" pero con el tiempo
este término se fue reservando al Obispo de Roma, en tanto que Sucesor de la
Cabeza del Colegio Apostólico.
La Sede
Apostólica en la Doctrina Católica
La Doctrina Católica sostiene ambos
extremos y predica del Papa una serie de atributos,
cuales son la supremacía y la plenitud de las potestades de régimen (Poderes
Legislativo, Ejecutivo y Judicial) y de magisterio.
Por un lado, esto implica la supremacía
del poder del Papa en todas las cuestiones referidas al gobierno y disciplina de
la Iglesia, potestad que además es plena e inmediata y que puede ejercer sobre
todos los pastores y sobre todos los fieles.
Por el otro, significa que la función de
enseñar de la Iglesia adquiere un cariz especial en la persona del Romano
Pontífice, puesto que su magisterio ordinario goza dentro de esa institución de
una consideración especial, puesto que es la única persona que, según la
Doctrina de la Iglesia, individualmente goza del privilegio de la infalibilidad
cuando define como revelada por Dios una determinada doctrina sobre la Fe o la
Moral (ver Infalibilidad Pontificia).
Contenido de
la posición de la Santa Sede
La posición de la Santa Sede en la
Doctrina Católica tiene un contenido esencial que queda reflejado fielmente en
el Dictatus Papae, una serie de principios y reglas que se atribuyen a
Gregorio VII y que datan del siglo XI. Se debe aclarar que este es un documento
medieval, y algunos de los puntos citados a continuación ya no tienen una
aplicación práctica hoy en día.
El Dictatus Papæ contiene los
siguientes principios y reglas:
- 1. Que la Iglesia
Romana fue fundada sólo por Dios.
- 2. Que solamente el
Romano Pontífice tiene derecho a ser llamado universal.
- 3. Que sólo él
puede nombrar, deponer y reintegrar Obispos.
- 4. Que su legado en
un Concilio está por encima de todos los Obispos, aunque sea de rango
inferior, y puede dictar contra ellos sentencia de deposición.
- 5. Que el Papa
puede deponer a los ausentes.
- 6. Que, entre otras
cosas, no debemos permanecer en la misma casa con aquellos excomulgados por
él.
- 7. Que solamente
para él es lícito, según las necesidades de la época, formular leyes nuevas,
reunir congregaciones nuevas, convertir una abadía a canonjía o viceversa y
dividir una diócesis rica o fusionar varias pobres.
- 8. Que solamente él
puede usar la insignia imperial.
- 9. Que solamente al
Papa besarán el pie todos los príncipes.
- 10. Que su nombre
será pronunciado en las iglesias.
- 11. Que este título
es único en el mundo.
- 12. Que sólo a él
es lícito deponer emperadores.
- 13. Que sólo a él
es lícito trasladar Obispos cuando sea necesario.
- 14. Que el Romano
Pontífice tiene el poder de ordenar un clérigo en cualquier iglesia que le
plazca.
- 15. Que quien que
es ordenado por él puede presidir sobre otra iglesia, pero no puede tener una
posición subordinada; y que tal persona no puede recibir un rango más alto de
ningún Obispo.
- 16. Que ningún
sínodo será general sin su orden.
- 17. Que ningún
capítulo y ningún libro se considerarán canónicos sin su autoridad.
- 18. Que toda
sentencia dictada por él no puede ser alterada por nadie; y que sólo él mismo,
de forma exclusiva, la puede alterar.
- 19. Que él mismo no
puede ser juzgado por nadie.
- 20. Que nadie se
atreverá a condenar a quien apele a la Sede Apostólica.
- 21. Que a la Sede
Apostólica se deben reservar los casos más importantes de cada iglesia.
- 22. Que la Iglesia
Romana nunca ha errado, ni errará por toda la eternidad, según el testimonio
de las Escrituras.
- 23. Que el Romano
Pontífice, si ha sido ordenado canónicamente, es santificado por los méritos
de San Pedro, según el testimonio del Obispo de Pavia y de muchos padres
santos que concuerdan con él y según lo contienen los decretos de Santo Papa
Símaco.
- 24. Que por su
orden y con su consentimiento es lícito a los subordinados formular
acusaciones.
- 25. Que puede
deponer y reintegrar Obispos sin convocar un sínodo.
- 26. Que quien no
esté en paz con la Iglesia Romana no será considerado Católico.
- 27. Que tiene el
poder de absolver a los súbditos de su obligación de lealtad hacia hombres
inicuos.
Estos principios y reglas son el resumen
de la Doctrina Católica, que sostiene la supremacía de la Sede Apostólica.
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