139-Papa Silvestre II
Nació en Auvenia, Francia. Su pontificado empezó el 2 de abril de 999 hasta el 12 de mayo de 1003
El que se convertirá en el primer papa francés de la historia, nació en la región occitana de Auvernia e ingresó, alrededor de 963, en el monasterio de Saint-Géraud de Aurillac donde estudio gramática, retórica y lógica, las tres disciplinas del Trivium; hasta que en el año 967, viajó a la corte del conde de Barcelona, Borrel II, donde permaneció tres años en el monasterio de Santa María de Ripoll, en Gerona y, posiblemente, viajó a Córdoba y Sevilla. Esta estancia en la península Ibérica le permitió entrar en contacto con la ciencia árabe e iniciarse en el estudio de las matemáticas y la astronomía.
En 969 viajó a Roma acompañando, en una peregrinación, a su protector el conde Borrel II, lo que le permitió conocer al entonces papa Juan XIII y al emperador Otón I, quien le nombró tutor de su hijo, el futuro Otón II.
Algunos años más tarde, el arzobispo de Reims, Adalberón, lo llamó para su colegio episcopal, donde enseñó e hizo enseñar muchas disciplinas, tanto religiosas como profanas. Se distinguió especialmente por su erudición en el terreno científico, en particular en el conocimiento del Quadrivium, conjunto de disciplinas que incluía la aritmética, la geometría, la astronomía y la música. En esta época, además inventó y construyó todo tipo de objetos destinados al aprendizaje y a la investigación, como ábacos, un globo terrestre, un órgano y relojes, lo que hizo que se despertaran sospechas de brujo y nigromante hacia él.
En 983, el emperador Otón II le nombra abad del monasterio benedictino de Bobbio, cargo que desempeñó durante un corto espacio de tiempo ya que no tardó en regresar a Reims donde actuó como consejero del arzobispo Adalbero y favoreció el nombramiento de Hugo Capeto como rey de Francia.
En 988 fallece Adalbero y, para sucederle en la sede arzobispal, Hugo Capeto nombra a Arnulfo. El nuevo arzobispo de Reims traiciona a Hugo aliándose con Carlos que había sido aspirante al trono francés.
Hugo reacciona convocando, en 991, un concilio en Saint-Basles-les-Reims donde destituye como arzobispo a Arnulfo y nombra a Gerberto como arzobispo de Reims.
Este nombramiento supone sin embargo un enfretamiento con Roma que no reconoce que Hugo tenga capacidad para nombrar obispos al considerar dicha potestad excluiva del Papa.
Juan XV intentó declarar nulo el nombramiento de Gerberto como arzobispo y para ello convocó concilios en Chelles, Aquisgran y Roma que sin embargo confirmaron a Gerberto como arzobispo, hasta que en un nuevo concilio celebrado en 996 logró su propósito y se restituyó a Arnulfo en el arzobispado de Reims.
Gerberto renunció a su dignidad y se retiró a la corte del emperador Otón III hasta que en 998 fue nombrado arzobispo de Rávena.
Una extraña coincidencia es la de que su pontificado, como "papa del segundo milenio", que inició en el 1001, fuese en el mismo mes y día de la muerte del "papa del tercer milenio", Juan Pablo II, (2 de abril 2005), y que este fuese un rotundo admirador de su capacidad como pontífice.