119-Papa Sergio II
Nació Roma, Italia.
Su pontificado empezó 29 de enero de 904
hasta 14 de abril de 911.
La elección de Sergio, conde de Túsculo, como papa supone el inicio de un periodo de la historia del papado conocido como "pornocracia" debido a la influencia que en las decisiones papales van a jugar las amantes de los pontífices.
Nombrado obispo de Cerveteri por el papa Formoso fue sin embargo uno de los participantes en el "concilio del cádaver" que se celebró contra
él.
A la muerte del papa Esteban VI, en 897, intentó, apoyado por la familia Spoleto, acceder por primera vez al trono papal aunque fracasó en el
intento al ser elegido Teodoro II.
Al año siguiente intentó, por segunda vez acceder al pontificado, pero fracasó nuevamente al ser elegido Juan IX lo que le supuso ser
excomulgado y exiliado hasta que el papa León V revocó la excomunión y pudo volver a Roma en 903.
Tras su regreso, y apoyado por la familia Spoleto y sobre todo por el senador y jefe militar de Roma, Teofilacto, depone y hace encarcelar al
antipapa Cristóbal para luego hacerlo estrangular junto al papa León V.
Eliminados el Papa y el antipapa, sus valedores lo hacen elegir pontífice el 29 de enero de 904 y manda anular los decretos surgidos de todos
los concilios celebrados desde 898 con el objeto de rehabiliatar al Formoso.
Sergio III tuvo como amantes a la esposa de Teofilacto y a la hija de este Marozia, con la que tuvo un hijo, el futuro papa Juan XI, y que se
convirtieron en las verdaderas goberantes de Roma durante varios decenios.
Durante su pontificado, en 905 el emperador Luis III intentó regresar de su exilio, siendo capturado y cegado por el rey de Italia Berenguer
I que los destituyó como emperador e intentó infructuosamente que el Papa Sergio lo coronara como sucesor.
En su relación con Bizancio, autorizó el cuarto matrimonio del emperador León VI con su amante Zoe, que le había dado su único heredero.
Con ello no sólo se enfrentó con el Patriarca de Constantinopla, Nicolás el Místico sino que ignoró tanto la legislación civil de la época,
como la eclesiástica.
Entre los aspectos positivos de su pontificado cabe señalar que durante el mismo, en 910, se fundó la abadía benedictina de Cluny gracias a la donación de una villa que realizó el duque Guillermo I de Aquitania con la condición de que la misma dependiera directamente del Papa y no de un noble o un obispo.
Así mismo reconstruyó la basílica de San Juan de Letrán que había sido destruida por un terremoto. Sergio III falleció el 14 de abril de 911.