231-Papa Clemente VIII
Nació Florencia, Italia. Su pontificado empezó el 30 de enero de 1592 hasta el 3 de marzo de 1605
Nacido Ippolito Aldobrandini en el seno de una distinguida familia florentina, su padre, Silvestre, era el gobernador de Florencia y su hermano, Giovanni, cardenal de la Iglesia.
Tras estudiar jurisprudencia en Padua, Perugia y Bolonia, entró al servicio del cardenal Gabriela Paelotti lo que le permitió darse a conocer como jurista y obtener los cargos de abogado consistorial y auditor de la Rota y de la Dataría.
Ordenado sacerdote en 1580, posiblemente influido por su asesor espiritual Felipe Neri, fue nombrado en 1585 cardenal presbítero de San Pancracio. En 1588 actuó como legado papal en Polonia donde logró la liberación del archiduque Maximiliano quien es su disputa por el trono polaco había resultado derrotado y encarcelado por Segismundo Vasa.
Papado
Tras la muerte de Inocencio IX, y durante veinte días, tuvo lugar un tormentoso cónclave en el que el rey español Felipe II intento influir para que, al igual que había ocurrido con los dos papas anteriores, resultara elegido un pontífice próximo a los intereses españoles. Sin embargo, el Colegio cardenalicio, deseoso de librarse de la influencia española en los asuntos de la Iglesia, logró que el candidato elegido fuera el cardenal Aldobrandini.
Política religiosa
En 1594 tras sólo dos años de pontificado, tuvo que hacer frente a la controversia que enfrentaba a jesuitas y dominicos suscitada por la publicación, en 1588, de la obra del jesuita Luis de Molina “Sobre la concordia del libre albedrío con los dones de la gracia”, en la que abordaba los efectos de la gracia y el libre albedrío. Para resolver la polémica instituyó, en 1597, una comisión, la Congregatio de auxillis gratia en la que tras nueve años de sesiones estableció que la publicación de cualquier libro requería la autorización previa del Santo Oficio.
En 1592 institucionalizó la práctica en todas las diócesis de la devoción de las Cuarenta Horas que se había iniciado en Milán en 1527.
En 1598 publicó una nueva edición de la Vulgata, realizando también nuevas ediciones del Breviario, del Misal y del Index Librorum Prohibitorum.
El 19 de mayo de 1599, con la publicación de la bula Annus Domini placabilis anunció el Jubileo que habría de celebrarse en 1600 y que supondría la llegada a Roma de tres millones de peregrinos.
Relaciones con España y Francia
Uno de los aspectos más destacados de su pontificado fue la liberación de la Iglesia de la influencia que sobre su política ejercía el rey español Felipe II. Ello implicaba un cambio de alianzas para lo cual era necesaria su reconciliación con Francia, país con el que el Vaticano había roto sus relaciones en 1572 a raíz de los sucesos conocidos como la Noche de San Bartolomé, y que llevaron a la excomunión de su rey, Enrique IV, por el papa Sixto V tras su abjuración del catolicismo.
Las guerras de religión que provocan estos hechos se prolongan hasta 1593, año en el que Enrique IV tras verse forzado a levantar el cerco a que tenía sometido París ante la sola aproximación de los tercios españoles procedentes de Flandes, comprendió la inestabilidad de su propia corona y decidió abrazar nuevamente el catolicismo, dejando a los defensores de la ortodoxia cristiana sin razones en que basar su oposición a la nueva monarquía borbónica.
Dos años después, el 25 de julio de 1595, Clemente VIII absolvió solemnemente al rey converso, lo reconoció como rey legítimo de los franceses y lo admitió sin restricciones en el seno de la Iglesia.
En 1597, Clemente VIII sacó provecho a su cambio de alianzas cuando, en octubre de 1597 moría sin descendencia Alfonso II, duque de Ferrara, y el papa vio la ocasión de anexionar los territorios del fallecido a los Estados Pontificios.
España no compartía el proyecto de Clemente y maniobró para que César d'Este, un primo ilegítimo de Alfonso, diera continuidad a la dinastía. Fue entonces cuando el papa acudió a Enrique IV que le prometió la ayuda militar necesaria para llevar a término su plan.
Felipe II, que por estas fechas parecía comprender que restaban pocas hojas en su calendario particular, no quiso abrir un nuevo frente de lucha y desistió de la pelea. Las tropas pontificias pudieron así entrar en Ferrara sin obstrucción, ocupar la ciudad e integrarla en las posesiones de la Iglesia.
Conseguido su objetivo, el papa Clemente medió entre España y Francia para que entablasen negociaciones de paz que culminaron el 2 de mayo de 1598 con el Tratado de Vervins.
Giordano Bruno
El aspecto más sombrío del pontificado de Clemente VIII fue el proceso, condena y ejecución de Giordano Bruno. Acusado de herejía, este monje benedictino murió en la hoguera el 17 de febrero de 1600.
Juan Pablo II pidió públicas excusas en nombre de la Iglesia por este hecho.
Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Crux romulea (La cruz romana), cita que hace referencia a que en su escudo de
armas figuraba la triple cruz papal.