258-Papa Benedicto XV
Nació en Génova, Italia. Su pontificado empezó el 6 de septiembre de 1914 hasta el 22 de enero de 1922
El nombre que recibió al nacer era Giacomo Giambattista della Chiesa. Su familia pertenecía desde el s. XVI al patriciado de la ciudad de Génova. Fue el tercero de los cuatro hijos del marqués Giuseppe della Chiesa y de su esposa Giovanna, de la casa marquesal napolitana de Migliorati.
Estudios y actividad previa
Ingresó en el seminario de Génova cuando ya era estudiante de derecho civil en la Real Universidad de dicha ciudad. En ella se doctoró en 1875. Este año ingresó en el Almo Collegio Capranica de Roma. El 21 de diciembre de 1878 fue ordenado sacerdote en la Basílica de San Juan de Letrán. De 1879 a 1883 estudio diplomacia en la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos, mientras se doctoraba en teología (1879) y en derecho canónico (1880) por la Pontificia Universidad Gregoriana.
En 1882 ingresó en la Congregación de Asuntos Extraordinarios de la Santa Sede y al año siguiente, una vez acabados sus estudios, fue destinado a la nunciatura en Madrid, donde desempeñó un papel crucial en el arbitraje de la disputa entre España y Prusia por la posesión de las Islas Carolinas.
De regreso a Roma en 1877, ingresó en la Secretaria de Estado del Vaticano, de la cual llegaría a ser sustituto y secretario de comunicaciones cifradas en 1901. Desde 1899 era profesor de diplomacia y vice-rector de la Pontificia Academia de Nobles Eclesiásticos.
Episcopado y cardenalato
En 1907 fue consagrado arzobispo de Bolonia y en 1914 el papa san Pío X lo nombró cardenal del título de Ss. Quattro Coronati.
Elección papal
A sólo tres meses de su nombramiento como cardenal, participó en el cónclave que siguió a la muerte de san Pío X. El tercer día de reunión y a la décima votación fue elegido papa: era el 3 de septiembre de 1914. Fue coronado tres días después en la Capilla Sixtina por el cardenal Francesco Salesio della Volpe, protodiácono de Santa Maria in Aquiro.
Papado
El inicio de su pontificado coincidió con el estallido de la I Guerra Mundial, contra la que no pudo hacer más que labores humanitarias. En su encíclica Ad beatissimi Apostolorum del mismo 1914 analizó lúcidamente las causas del conflicto y proclamó una neutralidad estricta que disgustó a ambas partes beligerantes. Casi al final de la guerra, en 1917, promulgó la exhortación apostólica Dès le début que era todo un programa doctrinal de cara a un posible armisticio. Con la encíclica Pacem, Dei munus pulcherrimum (1920) sugirió las bases para que un conflicto de tal magnitud no volviera a producirse.
A pesar de la oposición del estado italiano, envió a un observador a la Conferencia de Versalles, apoyando las decisiones del Tratado. Restableció las relaciones entre la Santa Sede y los gobiernos de Francia e Inglaterra, consiguiendo que se enviara un representante británico al Vaticano, algo que no ocurría desde el siglo XVII. También reestableció las relaciones diplomáticas con Portugal y las inició con los nuevos estados surgidos del desmembramiento del Imperio Austrohúngaro.
Promulgó un nuevo Código de Derecho Canónico (Codex Iuris Canonici) en 1917, el cual ya había sido elaborado en su mayor parte por su ntecesor san Pío X.
También en 1917 instituyó la Congregación para las Iglesias Orientales.
En 1919 levantó la prohibición de que los italianos participaran en la vida política del reino, al tiempo que animaba a don Luigi Sturzo
para que fundara el "Partito Popolare Italiano", embrión de la futura Democracia Cristiana.
Con su carta apostólica Maximum illud de 1919 dio un fuerte impulso a la actividad misionera.
Muerte
Al inicio del año 1922, una epidemia de gripe se extendió por Italia, el papa Benedicto XV resultó afectado por la enfermedad. El 22 de enero de 1922 fallecía en el Vaticano, a los 67 años de edad. Sus últimas palabras fueron estas: "Ofrecemos nuestra vida para la paz en el mundo". Días más tarde fue elegido como su sucesor Pío XI. Así terminaba su pontificado.
Personaje
Benedicto XV fue el último pontífice que vivió en su propia carne el Imperialismo y un mundo dividido entre las monarquías que llevaban gobernando desde hacía siglos. Vestigio de otros tiempos, fue un papa que separó un antes y un después en todos los aspectos sociales.