Tiempos de Hoy
Proceso Histórico
Hubo un proceso histórico para que el Año Litúrgico quedara formado como ahora lo conocemos.
Cuando los Apóstoles comenzaron su predicación, lo hicieron en torno a la Resurrección del Señor –la Pascua- este acontecimiento histórico y trascendente: "Cristo, quien fue entregado por nuestros pecados, y fue resucitado para nuestra justificación" (Rom 4,25); era lo que los apóstoles anunciaban a la gente, junto con las enseñanzas y vida de Jesús. La Pascua para los cristianos es fiesta no de un día de la semana, sino de toda la vida.
Según datos históricos, la celebración de la "Cena del Señor", que es la actualización del Sacrificio de Cristo, era cotidiana para los primeros cristianos (Cf. Hch 2,42-46; 5,42), aunque también era semanal, que no coincide con el sábado de los judíos, sino con el primer día de la semana, día de la Resurrección del Señor (Cf. 1Cor 16,2; Hc 20,7).
Lo que antes se le denominó "Primer Día de la Semana", luego se le llamó "Día del Señor" o "Domingo" (Cf. Ap 1,10) En otros idiomas se le llama "Día del Sol", esto es histórico también, pues se encuentra en el año 165, que le llamaban así porque en la Creación, con el Sol se disipan las tinieblas, igual que con la Resurrección de Jesús se disipan las tinieblas de la muerte.
La tercera etapa consiste en la celebración anual de la Pascua. La primera pascua anual se celebró en Jerusalén hacia el año 135. En Roma se inició esta celebración solemne unos treinta años después.
Al final del siglo III, el día de Pascua se prolonga con un período de cincuenta días. Como una fiesta tan grande exigía una preparación, así como el Domingo tuvo una preparación en las vísperas (vigilia), también la celebración grande de la Pascua tuvo su tiempo de preparación en la Cuaresma.
Anunciar y exaltar la Resurrección del Señor, llevó a los primeros cristianos a una mejor comprensión del misterio de la salvación. Comprendieron que para llegar a la Pascua, fue necesario toda una vida que tuvo un inicio en el tiempo. Por lo que se comenzó a conmemorar en torno a la Pascua, la fiesta de la Navidad –el nacimiento de Jesús-.
Las celebraciones de las fiestas de Navidad y Epifanía, tuvieron sus orígenes en el siglo IV. Y, como sucedió para la Pascua, se sintió la necesidad de un tiempo de preparación que se llamó Adviento. Este período anterior a la fiesta de Navidad, aparece en Roma a mediados del siglo VI. Más adelante este tiempo de preparación se perfiló como un tiempo de espera, como una celebración solemne a la esperanza cristiana abierta hacia el Adviento último del Señor, al final de los tiempos.