Amman
Breve Historia de Amman
De las diversas civilizaciones que han poblado Amán, la primera que quedó registrada lo hizo en el periodo neolítico, unos 6500 años antes de la era cristiana. Los descubrimientos arqueológicos de Ain Gazal, al este de la ciudad, muestran también la evidencia del crecimiento de la producción artística, convirtiéndola en una de las más avanzadas de la época.
En el siglo XIII a. C., Amán fue llamada Rabbath 'Ammôn por los amonitas (hebreo רבת עמון, Rabat Amón). La conquistaron los asirios, seguidos por los persas, y más tarde los griegos, que la llamaron Filadelfia (en griego Φιλαδελφια). En el siglo I a. C. Filadelfia cayó bajo control romano y fue agrupada a la Decápolis (una liga de diez ciudades de cultura grecorromana en Oriente Medio).
En 324, el cristianismo fue impuesto como religión imperial y Filadelfia se convirtió en sede episcopal.
Su nombre actual procede de la época del reino gasánida, un reino árabe cristiano, aliado de Bizancio. Tras la conquista árabe Amán floreció bajo los omeyas y los abbasíes. Luego sufrió terremotos y desastres varios.
En 1921 el rey Abdullah I de Jordania la hizo sede de su nuevo gobierno y más tarde capital del reino.
Amán siguió siendo una ciudad pequeña hasta 1948. Desde entonces, la población ha ido creciendo de manera sostenida como resultado del influjo de refugiados palestinos. Las áreas residenciales se han ido expandiendo hacia las colinas circundantes.