LA SILLA VACIA
Padre Tomás Del Valle-Reyes
23 de Septiembre, 2012
Desde hace unos días el mundo
se
vio sorprendido por unas afirmaciones provenientes de un fragmento de papiro del siglo IV redactado en
copto, la antigua lengua de los cristianos egipcios, según las cuales…Jesús les dijo…Mi esposa” y posteriormente continúa---“ella está capacitada para ser mi discípulo…”
Varias preguntas plantea esta noticia singular.
Para analizar la validez de las afirmaciones hay que conocer el texto, dentro de un contexto, ya que, de
lo contrario, tendríamos un buen pretexto para sacar conclusiones incorrectas.
Dicho papiro fue escrito hacia el año 350. Probablemente es traducción de un texto griego anterior
de mediados del siglo II elaborado en medio de la gran controversia gnóstica que se dio en los
primeros dos siglos del cristianismo. Los investigadores que han hecho la presentación gozan de
credibilidad en el mundo académico.
De ser auténtico se afirma
que algunos cristianos del tiempo de la gran crisis gnóstica del siglo II afirmaban que el alma del
creyente era Esposa de Jesús, con lo cual celebraban una especie de sacramento de las nupcias sagradas
del fiel cristiano y el Cristo Hijo de Dios.
Lo que este pasaje afirma (aunque con palabras que hasta ahora no se conocían) está al fondo de lo
que sabemos desde siempre sobre el Gnosticismo, esa gran corriente filosófico-teológica que se infiltró
en el cristianismo naciente del primer siglo, y contra la cual combatieron tanto San Juan
como San Pablo al igual que los principales teólogos de los siguientes siglos. No aporta por tanto ninguna novedad. Va en la línea de Santa Teresa de Jesús (y de miles de cristianos posteriores) que llamaban a Jesús "mi esposo"
Los textos del NT hablan mucho (y críticamente) de la familia
de Jesús; hablan de "su madre y sus hermanos, su padre José,"...
Pero en ningún momento aluden a una posible mujer que él haya tenido.
En aquel momento, el matrimonio no podía "esconderse" era un hecho público. Así lo vemos afirmado
de Pedro. Si Jesús estuviera casado lo habrían dicho.
Jesús opta por una forma de vida célibe por motivos religiosos. J. Meier, el teólogo
norteamericano que probablemente mejor ha investigado la vida de Jesús así lo
afirma.
En el momento de su ajusticiamiento están presentes varias mujeres con nombres
y “apellidos”: María, la de Salomé; María,
la madre de Jesús; María, la de Magdala. Si estuviera casado su
esposa habría estado presente: “la de Jesús”
La controversia es vieja. Es la reflexión sobre el Jesús de la Historia y el Jesús de la Fe.
Del primero sabemos poco y fragmentado.
La primera generación de sus seguidores y amigos no dieron importancia a
muchos aspectos de su vida personal.
Para ellos lo más destacable fue su mensaje, una nueva forma de ser y de vivir en el mundo.
Los demás detalles fueron secundarios. Es a partir de la segunda generación de creyentes
que empiezan a elaborarse una especie de biografías que empiezan transmitiéndose de forma oral.
Es a partir del año 70 cuando empiezan a ponerse por escrito de forma más organizada sus enseñanzas.
De ahí la abundancia de escritos aglutinados bajo el nombre de Evangelios Apócrifos.
Los cuatro que nos han llegado como oficiales, (Mateo,
Marcos, Lucas, Juan) están más preocupados en transmitirnos su enseñanza que en
darnos una biografía. No hay Códigos Secretos ni herencias merovingias.
a China, Tierra Santa, Monte Sinaí y Jordania. Portugal, Fatima, Roma Asis y Praga en el 2013
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