LA CRISIS EUROPEA
Padre Tomás Del Valle-Reyes
01 de Julio, 2012
Tal parecería que para entender
las noticias que llegan de Europa debiéramos tener un tratado de
economía a nuestro lado.
Todos los días nos llegan sobresaltos de Bolsas de Valores que parecieran montañas rusas, rescates financieros,
deudas y ajustes por pagar, y un largo etcétera incomprensible para el ciudadano normal.
Lo que la persona normal entiende de economía es si el cheque quincenal
llega para los gastos cotidianos y si se tiene un puesto de trabajo, al menos hasta la jubilación.
Luego, ya veremos.
Detrás de todo el embrollo económico que estamos viviendo
desde hace más de cinco años está también una visión del mundo, de la vida y de la Historia que hunde
sus raíces en dos visiones totalmente distintas de la fe cristiana y de la forma de vivir.
Los países en crisis en Europa forman el llamado grupo de los
PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia, España)
países de profundas tradiciones y visiones romanas de la existencia.
El gozar la vida, el momento, son partes de esa herencia.
De los epicúreos sacaron su filosofía de vida. El poeta Horacio lo definió muy bien en uno de sus
versos: Carpe diem (Agarra el día, vive hoy) Disfrutar de todo
lo que la vida nos proporciona,
HOY.
El ahorro, la austeridad, el sacrificio es propio del estoicismo, asumido por el cristianismo más radical.
Séneca, uno de sus principales pensadores quizás nunca pensó que su filosofía y forma de vida iba a marcar
la vida de los no romanos, los bárbaros.
Los países que marcan las pautas de la economía europea, capitaneados por Alemania, son sobrios,
ahorradores, trabajadores. La geografía les ha marcado. No hay la exuberancia del sol, el clima benigno del
sur, de los países que forman el
PIIGS.
Ha sido en un ambiente hostil donde han sobrevivido.
Largos inviernos, escasez de alimentos, de sol, de vida. Se acostumbraron a ser luchadores y ahorradores.
Añadamos a esto que los países del Sur son, exceptuada Grecia,
profundamente católicos- o lo eran- mientras que en los del norte la Reforma Protestante
liderada por Martin Lutero, alemán, y Juan Calvino, suizo, domina y marca sus vidas.
Los primeros han vivido con una religiosidad y visión de la vida más providencialista.
Danos el pan de cada día rezaban. Ni pasaba por la mente el
mañana. Vivir, y vivir bien, hoy.
El ahorro y la austeridad no forman parte de su ser.
El ahorrar significa acumular riquezas, y el acumulo de riquezas puede llevar al préstamo, y el
préstamo a la usura. Y la usura está mal vista en las tres tradiciones religiosas hijas de Abrahán:
judaísmo, cristianismo e
islam.
La lectura de la vida y de la Biblia de los países del Norte les ha llevado a otras conclusiones.
Saben que Dios bendice a quien se porta bien. Que ha prometido el ciento por uno en esta vida y, posteriormente,
la eternidad feliz. Dios nos ha predestinado para la felicidad. Y esa predestinación acarrea que vamos a recibir
recompensa. Y esa recompensa la vamos recibiendo aquí y ahora.
El progreso, unido al ahorro, la vida sobria,
son bendiciones de Dios. Hay que ahorrar, vivir egoístamente porque yo soy el que recibe de Dios el
progreso.
Angela Merkel, la canciller alemana, es hija de un pastor luterano. ¿Por qué nos extrañamos de
sus medidas de austeridad?
Viaje con El Padre Tomas del Valle
a China, Tierra Santa, Monte Sinaí y Jordania. Portugal, Fatima, Roma Asis y Praga en el 2013
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