CUARESMA, CAMINO A LA PASCUA
Padre Tomás Del Valle-Reyes
20 de Febrero, 2012
El miércoles 22 de Febrero dará
comienzo en la Iglesia Católica, el Tiempo de Cuaresma, con la celebración del Día de
la Ceniza.
Esta etapa del año se va a caracterizar por una serie de ritos y de
costumbres marcadas por la penitencia, el silencio y la introspección interior.
La finalidad principal de esta etapa no es otra que preparar al seguidor de las doctrinas de
Cristo a la gran fiesta de la Resurrección, a la Pascua.
Esta preparación tenía en sus primeros momentos una triple finalidad:
• a) preparar a los catecúmenos, esto es, a los candidatos a
recibir el bautismo, para la entrada en la Iglesia a través de la recepción del
sacramento del Bautismo;
• b) la penitencia pública de todos aquellos pecadores reconocidos
como tales por la comunidad y que deseaban reconciliarse y volver a la misma; y
• c), la preparación de toda la comunidad, pecadora o no, a la
celebración del Misterio de Cristo Resucitado.
El simbolismo bíblico de los cuarenta
días, como período de prueba y tentación, de éxodo a través del desierto, pero
también de gracia y de acción divina en favor de su pueblo, han sido decisivos para configurar la
fisonomía de la Cuaresma cristiana.
El tiempo de Cuaresma no es anterior al
siglo IV de nuestra era, y en muchos lugares se empieza a celebrar en siglos posteriores.
Sin embargo, la celebración de la pascua contó siempre con una preparación, consistente en un ayuno de dos o
tres días de duración.
En los primeros siglos del cristianismo tan sólo se celebraba la Misa en los domingos,
pero se ayunaba todos los miércoles y viernes del año, excepto durante el tiempo pascual.
Esta es la razón por la cual el ayuno que precedía a la solemnidad de la Pascua, iniciado
en realidad el miércoles precedente, terminó por abarcar la semana
entera.
Ya en el siglo IV este ayuno se
extiende a otras dos semanas más, dejando los domingos, en los cuales estaba prohibido ayunar.
En esta etapa es cuando mayor impulso recibe otra importantísima institución pastoral de la Iglesia antigua:
la penitencia pública de los grandes pecados, con el rito de la Reconciliación de los penitentes en
la mañana del Jueves Santo.
Aunque este modo de obtener el perdón de los pecados duraba varios años, al
comenzar el período de preparación a la Pascua y a su término, en
la mañana del Jueves Santo, se celebraban los ritos de entrada en el Orden de
los Penitentes y el rito de la reconciliación respectivamente.
Entre una y otra celebración terminaron por transcurrir cuarenta días,
sin duda por influjo del ayuno de Cristo en el desierto.
A finales del siglo IV, en la comunidad
cristiana de Roma ya se tenía así organizada la
Cuaresma, participando en ella no solamente los catecúmenos y los penitentes,
sino toda la Comunidad Cristiana.
El rito de entrada en la Penitencia Pública es lo que ha dado origen a la celebración del Miércoles
de Ceniza.
ESTRUCTURA ACTUAL DE LA CUARESMA
En la actualidad el tiempo de Cuaresma dura desde el Miércoles de Ceniza
hasta las primeras horas de la tarde del Jueves Santo.
Dado que en la actualidad el Miércoles de Ceniza es jornada laboral, podemos afirmar que la Cuaresma,
en sentido práctico, comienza el Primer Domingo de Cuaresma.
La Cuaresma, por tanto, va a descansar sobre los cinco domingos, añadiéndosele el Domingo de Ramos o de
Pasión.
El gesto es de origen bíblico, como señal de luto y de dolor. Cuando en el siglo IX la Penitencia Pública de los pecadores empezó a dar paso a la absolución individual de los pecados, el rito de la imposición de la Ceniza, lejos de desaparecer, fue aplicado a todos los fieles.
Hoy en día la Ceniza es contemplada como un signo de una voluntad de conversión y de renovación interior.
La Cuaresma, con todas sus penitencias y sus oraciones, no ha estado ausente del folklore y de las tradiciones populares de todos los pueblos de tradición cristiana.
Uno de los lugares donde esta etapa se hace presente es en la mesa. Menús de Cuaresma los hay en todos nuestros pueblos hispanos, ocupando ciertamente un lugar especial todos aquellos platos elaborados a base de pescado.
Desde el potaje español hasta la fanesca ecuatoriana, pasando por el ceviche peruano y las habichuelas con dulce dominicanas, tenemos un amplio menú cuaresmal.
La definición de Cuaresma más curiosa que he oído fue aquella que un judío me dio en Jerusalén: La Cuaresma es el Ramadán de los Cristianos.