Padre Tomás Del Valle-Reyes

La Decada Prodigiosa




Padre Tomás Del Valle-Reyes

02 de Enero, 2011

Cuando el pasado 31 de diciembre los relojes marcaron las doce de la noche, concluía no sólo un año, sino también una década, la primera de este tercer milenio en la historia de occidente. Nos ha dejado recuerdos y experiencias agridulces. No podemos tomarle prestadas las palabras al poeta cuando afirmaba que todo tiempo pasado fue mejor. Trajo luces y sombras, alegrías y esperanzas. Uno de los grandes aportes al conocimiento de los seres vivientes lo fue la publicación en el año 2000 del mapa del genoma humano.
Gracias a ello las ciencias de la salud tienen un poco más claro de qué y cómo está hecha la naturaleza viviente en el planeta.
 La naturaleza ha sabido pasar su factura y nos ha hecho sentir sus rugidos. Los tsunamis del 2004 junto con los terremotos de Haití y Chile y la devastación del Katrina nos vinieron a recordar que la Madre Tierra sigue estando viva y que, cual gigante dormido, de vez en cuando nos lo recuerda. Para muchos es sin duda una década marcada por el terror, la guerra y la violencia.
Septiembre 11 del 2001 quedará señalado para siempre como el día que cayeron los símbolos del poder económico y militar.
La fecha en que dejamos de ser simples, sencillos, y comenzamos a recelar, a juzgar, a matar con más facilidad y menos motivos. Los ataques terroristas de esa fecha, y los trenes destripados tres años después en Madrid, nos abrieron la caja del odio, del recelo, de la discriminación, de la venganza, de la incomprensión y de la muerte. El mundo no ha vuelto a ser el mismo desde aquellas fatídicas fechas. Afganistán e Irak son engendros de esos odios. Esta década ha visto la desaparición de grandes personajes. El más importante de todos ellos, Juan Pablo II. Hasta el último momento de su existencia no hizo más que gritarnos las mismas palabras que pronunció el día que nos anunciaron su nombramiento: “No tengan miedo” Fue el gran líder respetado por todos, que nos condujo en turbulentas aguas y dificultades, a los umbrales del Nuevo Milenio y ayudó a la caída del Comunismo, cooperando no solo con el derribo del Muro de Berlín y el Telón de Acero, sino, sobre todo, con el derribo de prejuicios, la incomprensión y el odio de media Humanidad contra la otra media. Supo utilizar el gran escenario global brindado por los medios de comunicación para invitarnos a la esperanza y a la solidaridad. Fue sin duda el último líder global. Vio aparecer esta década dos nuevos líderes. Anciano, pero sabio y audaz, uno de ellos, Benedicto XVI. Le ha tocado dirigir la Iglesia en uno de los momentos probablemente más difíciles de su larga y milenaria historia. Cada día nos sorprende con su sabiduría, su conocimiento y su profunda fe y apertura al diálogo con las diversas creencias y filosofías.
El otro líder, aceptado por unos y contestado por otros, lo es el actual presidente de los Estados Unidos.
Barack Hussein Obama el primer presidente de origen africano. Suscitó muchas esperanzas y suspicacias.
A mitad de su mandato ha sembrado muchas dudas y decepciones. La historia será la que la que juzgue su actuar. Es, a no dudarlo, el hombre que ha personificado la pluralidad cultural y racial de los Estados Unidos, del mundo libre.
La vieja Europa ha dado un paso más en esta década en la consecución de su sueño, volver a revivir el Gran Imperio Romano. Quince siglos después siguen las cenizas calientes.
El intento de formar una Unión Europea no es otra cosa que volver a las viejas glorias.
La moneda única, el euro, no es más que un intento de poder imperial. La caída de todo el sistema financiero mundial, nacido después de la Gran Depresión ha sido un golpe muy fuerte para estos sueños imperiales y reconstructores de un Imperio reciclado.
No todo se resuelve con la economía y la moneda única.
Esta década ha visto igualmente nacer poderes e imperios emergentes. China, el viejo Imperio del Dragón Dormido empieza a rugir e imponer sus criterios y poderes.
India con su pluralidad cultural y religiosa invita al diálogo y la reflexión. Brasil, con su inconmensurable naturaleza, se presenta como el pulmón de las Américas y el modelo de nuevo desarrollo.
Las nuevas tecnologías nos han hecho el mundo no solo más pequeño, sino menos privado. Hemos parido la Aldea Global. Facebook, Twitter, Hi5, Plaxo, Sonico Ipod, Ipad, Google, Wikipedia, Wikileads, Internet de alta velocidad, Iphones, notebook son los nombres de moda y las tecnologías que han cambiado nuestras vidas.
Hemos visto crecer la emigración, la discriminación, el odio, la fraternidad, la solidaridad, la alegría de construir un mundo mejor del recibido de los mayores. Pero todo esto último es herencia de décadas pasadas.
Comenzamos una nueva década. La podemos construir con el odio del 11 de septiembre o la alegría del mundo sin fronteras de facebook, twitter y las nuevas tecnologías. De nosotros depende. Nuestro límite es el infinito.

Tertuliasiglo21@aol.com