Padre Tomás Del Valle-Reyes

OBAMA, UN HOMBRE AUDAZ




Padre Tomás Del Valle-Reyes

07 de Junio, 2009



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En los últimos treinta años hemos tenido tres líderes capaces de entusiasmar y animar generaciones enteras. Fueron el presidente Reagan, el Ayatolá Jomeini y el Papa Juan Pablo II. Los tres llevaron al mundo al umbral del siglo veintiuno. Desaparecido Juan Pablo II, se está a la búsqueda de una persona capaz de entusiasmar, animar y provocar unos cambios drásticos en la forma de vida y de miras de futuro.

El jueves 3 de junio, en la Universidad Egipcia de El Cairo, con su discurso dirigido al mundo islámico y a la aldea global del mundo, el presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama ha sembrado un poco la ilusión en algunos y la inquietud en otros, de si estamos asistiendo al nacimiento de un nuevo líder capaz de entusiasmar masas, limar asperezas, e igualmente, crear odios y revanchas. ¿Será un nuevo Reagan con aires fundamentalistas, teñido de mística cristiana? El tiempo dirá.

En este encuentro entre un presidente norteamericano como líder del mundo occidental y el mundo musulmán se han dicho verdades, verdades a medias y falsedades históricas.

Ha reconocido que las tensiones actuales hunden sus raíces en profundas discrepancias e ignorancias del pasado, "un solo discurso no puede erradicar años de desconfianza" Pero desde el diálogo se puede construir un mundo mejor. "Debemos hacer un esfuerzo continuo para escucharnos, para aprender unos de otros, para respetarnos y para buscar puntos en común. Como dice el Sagrado Corán, sé consciente de Dios y di siempre la verdad"

Obama habló de la lucha contra el terrorismo, la situación entre israelíes, palestinos y el mundo árabe, los derechos y responsabilidades de las naciones respecto a las armas nucleares, la promoción de la democracia, la libertad religiosa como valor fundamental para la convivencia entre los pueblos, los derechos de las mujeres, el desarrollo económico y las oportunidades. "Estas tareas a las que me he referido no van a ser fáciles, pero tenemos la responsabilidad de conseguir juntos, en nombre del mundo que deseamos, un mundo en el que los extremistas ya no amenacen a nuestro pueblo, y las tropas estadounidenses vuelvan a casa; un mundo en el que los israelíes y los palestinos estén seguros en su propio Estado, y en el que la energía nuclear sea utilizada con fines pacíficos; un mundo en el que los Gobiernos sirvan a sus ciudadanos y se respeten los derechos de todos los hijos de Dios. Es un interés recíproco. Éste es el mundo que deseamos y sólo lo podemos conseguir juntos"

Con este discurso frente al mundo musulmán ha querido dejar claro el Presidente varias cosas. En primer lugar que no tiene miedo a los retos, que sabe afrontarlos con claridad, demostrando con ello que no es un político al uso tradicional. Su trayectoria como animador y creador de comunidades en Chicago le han puesto en contacto con realidades que muchos políticos nunca han experimentado . A su vez esa grandeza es su debilidad. No es el político tradicional acostumbrado a las medias verdades, las rigideces de partido, los compromisos adquiridos. Pero quizás eso es lo que tanto la sociedad norteamericana como el mundo entero necesitan. Una persona capaz de entusiasmar e ilusionar para construir un mundo mejor del recibido. Un hombre audaz.

Tertuliasiglo21@aol.com