Padre Tomás Del Valle-Reyes

La Audacia De Benedicto XVI




Padre Tomás Del Valle-Reyes

18 de Septiembre, 2006



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Aún recuerdo cuando fue elegido el cardenal Ratzinguer para ocupar la sede de Pedro, la sucesión de Juan Pablo II, que muchos conocedores de su trayectoria nos indicaban que iba a dar muchas sorpresas y que no iba a ser un clon de Juan Pablo II. El pasado martes nos ha dado una muestra de ambas cosas.

En su reciente viaje a Alemania tuvo un encuentro con la intelectualidad en el Aula Magna de la Universidad de Ratisbona, Universidad de la que fue vicerrector y profesor 1969 y 1971. Defendió la relación entre Fe y Razón y el poder llegar a Dios mediante la razón. Podría haber sido una lección más del viejo profesor como cariñosamente le llaman en Roma. Pero de Ratzinguer se puede esperar cualquier cosa./p>

En su lección magistral el Papa invitó a un diálogo entre religiones y entre culturas y advirtió que las "culturas profundamente religiosas" -en velada referencia al Islam- ven en la exclusión de Dios cada vez más asentada en Occidente, "un ataque" a sus convicciones más íntimas. Ante esa situación, se mostró convencido de que es necesario y "urgente" un "verdadero" diálogo entre culturas y entre religiones para reencontrar el equilibrio entre una fe no reñida con la razón. "En Occidente domina la opinión que sólo el positivismo y las filosofías derivadas de él son universales, pero las culturas profundamente religiosas ven en esa exclusión de Dios de la razón un ataque a sus convicciones más íntimas. Una razón que frente a lo Divino se ha vuelto sorda y rechaza la religión es incapaz de integrarse en el diálogo de las culturas.”

La audacia de Benedicto en su discurso no fue tanto el citar las palabras de un emperador bizantino del siglo XIV en contra del Islam. Fue audaz cuando invitó al Islam a reconocer que la imposición de una fe no se puede hacer a punta de espada, a tiro de pistola. Recordando las palabras del emperador, señaló que la violencia está en contraposición con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. "Dios no se complace con la sangre, actuar contra la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma y no del cuerpo. Quien quiere llevar a alguno a la fe necesita hablar bien y razonar correctamente y no usar la violencia y la amenaza.”

La polémica creada por las palabras del Papa ha puesto en contacto, por primera vez, a la opinión pública, y especialmente al mundo musulmán, con la forma de pensar de Benedicto XVI sobre el Islam, aunque haya sido de forma tan brusca. Pero se trata del final de un proceso de maduración que viene de lejos y que marca un cambio de rumbo trascendental de Ratzinger con respecto a Juan Pablo II.

Juan Pablo II apostaba por un acercamiento pleno, casi una comunión, entre cristianos y musulmanes, así como con otras religiones, y de ahí sus encuentros con líderes de otras religiones. Pero su sucesor lo ve de otra manera. El Papa actual no cree que se pueda discutir mucho con el Islam sobre teología y ve diferencias insalvables entre ambas confesiones, porque analiza el problema en frío, como el intelectual que es.

Un texto de Ratzinger de 1996, del libro 'La sal de la tierra', refleja muy bien cuál es su visión: «El Islam no conoce la separación entre la esfera política y la religiosa, que el cristianismo llevaba en sí desde el inicio. El Corán es una ley religiosa que abraza todo (...), la 'sharia' plasma una sociedad de arriba a abajo. (...) Debe quedar claro que no es una religión como las demás y no se inserta en el espacio de libertad de la sociedad plural».Benedicto XVI ve un camino muy útil de entendimiento con el Islam en el campo cultural y en la defensa de valores comunes, pero para eso pretende situar el diálogo en el plano de la razón. Ese es el telón de fondo del discurso -la 'lección'- de Ratisbona, una reflexión sobre la razón y la fe en busca de la convivencia. El padre Samir Khalil Samir, egipcio jesuita y uno de los máximos expertos en el Islam del Vaticano ha resumido la intención del Papa en su polémico mensaje de Alemania. «Benedicto XVI piensa en un diálogo en la verdad, sin esconder nada. ¿El Corán tiene pasajes violentos? ¿La Biblia quizá incluso más? Muy bien, partamos de los hechos para entendernos. No podemos no tener en cuenta el pensamiento laico y su racionalidad».

Y ante el revuelo y mal entendido que se ha creado, no ha tenido reparo en pedir excusas y afirmar en el Angelus de la mañana del domingo: “Lamento profundamente las reacciones en algunos países a unos pocos pasajes de mi discurso a la Universidad de Rastisbona, que fueron considerados ofensivos a la sensibilidad de los musulmanes", ha manifestado. "De hecho, era una cita de un texto medieval que en absoluto expresa mi pensamiento personal. "Espero que esto sirva para apaciguar los corazones y clarificar el verdadero mensaje de mi discurso, que fue, en todos los sentidos, una invitación al diálogo franco y sincero con respeto mutuo",

Tuvo la audacia de citar al emperador bizantino en su rechazo al Islam. Ha tenido la honradez de pedir disculpas. Es el primer papa que se atreve a una cosa parecida. Las sorpresas siguen dándose en el Vaticano.