Mensaje De Benedicto XVI:
Dios Es Amor
Padre Tomás Del Valle-Reyes
27 de Enero, 2005
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Existe una tradición en Roma de que cada Papa marca las pautas de su gobierno a través de su primera carta encíclica. Benedicto XVI acaba de publicar la suya con un título muy sugerente: “Deus caritas est” (Dios es Amor) en la que habla sobre el amor cristiano.
Esta reflexión sobre el amor divino visto como fundamento de la misión eclesial de la caridad, fechada el pasado 25 de diciembre, ha sido traducida al español, portugués, alemán, inglés, francés e italiano y consta de dos partes, tituladas, respectivamente, 'La unidad del amor en la creación y en la historia de la salvación' y '"Caritas", el ejercicio del amor por parte de la Iglesia', que se unen a una 'Introducción' y una 'Conclusión'. Todo ello suma 27 páginas divididas en 42 puntos y formada por 16,885 palabras.
La primera parte titulada “La unidad del amor en la Creación y en la Historia de la Salvación” presenta una reflexión teológico-filosófica sobre el “amor” en sus diversas dimensiones: “Eros” “Philia” y “Ágape” precisando algunos datos esenciales del amor de Dios por el ser humano y del ligamento que ese amor tiene con el amor humano. Está dividida en cinco temas que abarcan del punto 2 al 18: 'Un problema de lenguaje', 'Diferencia y unidad', 'La novedad de la fe bíblica', 'Jesucristo, el amor de Dios encarnado' y 'Amor a Dios y amor al prójimo'.
El segundo bloque presenta aspectos hasta ahora menos conocidos de la actividad de la Iglesia y trata sobre la caridad eclesial, abordando los siguientes temas, que abarcan los puntos del 19 al 39: 'La caridad de la Iglesia como manifestación del amor trinitario', 'La caridad como tarea de la Iglesia', 'Justicia y caridad', 'Las múltiples estructuras de servicio caritativo en el contexto social actual', 'El perfil específico de la actividad caritativa de la Iglesia' y 'Los responsables de la acción caritativa de la Iglesia'.
Si es cierto que la primera encíclica de un Papa marca su pontificado, podemos ver en este magistral documento la mentalidad y las perspectivas que se nos presentan en este enigmático pontificado que apenas tiene nueve meses de duración.
La primera encíclica de Pablo VI fue la “Ecclesiam suam” (En su Iglesia) en la cual trataba sobre el diálogo. Y vimos cómo el pontificado de este conductor del postconcilio se distinguió precisamente por ese talante dialogante con el mundo, con las fuerzas vivas de la Iglesia. Juan Pablo II el dio el nombre de “Redemptoris Homini (Sobre el Redentor del Hombre) a su primera encíclica. El hombre en diálogo y sumisión a Cristo. Sus documentos posteriores y sus acciones estuvieron marcados por el binomio Hombre-Cristo.
Benedicto XVI quiere darle otra dinámica a su pontificado. Mientras Pablo VI y Juan Pablo II sentaron las bases de una Iglesia abierta al mundo, en diálogo con él, el actual pontífice quiere presentar un pontificado que esté marcado más por el análisis, la reflexión y la interiorización del misterio de Dios. Y no es casualidad que su primera encíclica nos presente la esencia fundamental de Dios. Junto a la Biblia están el poeta Dante y el filósofo Aristóteles en el pensamiento de Benedicto XVI. Otra presencia y dimensión de la Iglesia en el mundo distinta de Juan Pablo II.